Desgraciadamente esta salida no llegó a finalizar, es más, terminó a solo 8 kmts de llegar a Torrelaguna de forma inesperada y desoladora, aunque afortunadamente ocurrió todo de forma muy tranquila y no llegué a sentir miedo por caerme y se podía haber liado una gorda
Salí de casa a eso de las 09:00 horas y me dirigí a la Gasolinera más cercana para llenar el depósito, había quedado allí con Brotel que venia con su Honda Rebell 250, hice una foto de la hora y el cuenta kilómetros antes de que el llegara y ver el total de la ruta y así calcular el consumo de mi Bestia
Todo pintaba muy bien, día soleado buena temperatura, deposito lleno y una buena carretera por disfrutar, salimos a eso de las 09:37 desde la Gasolinera Repsol de la C/ Alcalá junto a Suances, la primera parada sería Torrelaguna .
No tengo fotos del recorrido por ir conduciendo y no parar, pero subimos Paracuellos, pasamos Daganzo, todo ello con ausencia de vehículos y con una velocidad máxima de unos 110 kmts por hora en algún tramo, siempre cumpliendo con las normas de la D.G.T en todo momento
Como no paramos, cuelgo una foto de las vistas desde el mirador de Paracuellos, la idea era parar a la vuelta, se pueden ver las 4 Torres de la antigua Ciudad Deportiva del Madrid y unas bonitas vistas de todo el terminal T4 y las pistas donde podeis ver los aviones aterrizando y despegando, yo aprovecho para fumarme un piti
Bueno, pues seguimos, atravesamos varios pueblos y ya casi llegando a Torrelaguna, pasada una zona de curvas en bajada (iriamos a 90) comenzé a notar unas molestas vibraciones en toda la moto, reduje la marcha y miré por el retrovisor por si Brotel me hacía alguna señal por ver algo raro, nada, le sacaba mucha distancia, a medida que fui reduciendo la marcha las vibraciones desaparecían y aceleré nuevamente, maaadre mía, la moto zagueaba de atrás como si hubiera pinchado, leches, ese va a ser el problema, así que paré en el arcén de la recta hasta detenerme, aun con el motor en marcha comprobé que la rueda no estaba pinchada, todo parecía estar en su sitio y Brotel me dijo que había visto saltar una pieza, pero que pensaba que era del camión que llevaba yo delante, mirando bien y al tocar la rueda, me di cuenta de lo que pasaba, el tornillo del basculante se había partido, jooooodeeeeeer, se acabó la fiesta.
Fin de trayecto, con un palo fino, quise ver cuanto se había partido el tornillo, por intentar mover la moto hasta algún lugar más civilizado y pedir asistencia o buscar una Ferreteria donde pudiera encontrar un tornillo de las mismas o parecidas dimensiones, la rotura interior no era superior a los 5 ctms, por lo que en el peor de los casos podía mover la moto a ritmo muy bajo, nunca más de 30 o 40 kmts por hora, y salir del medio de la nada
Aquí debería de estar el final del tornillo y la tuerca que lo sustenta, pero como podeis ver, no estaba. Como era más que predecible, no encontramos ningún tornillo parecido ni por asomo, ni en ferreterias ni en tiendas de repuesto ni en ningún lado, terminando en una taller en Talamanca del Jarama (buscabamos una ferreteria industrial) en la que nos dijeron que trabajaba un mecánico que restauraba clásicas, le llamaron vino, y allí se quedó la Ossa, el mecánico, Jose, (según me contó, trabajó con Blanco, preparador de Puch hace muchos años) no había visto nunca una rotura de este tipo y aunque no tenía tornillos parecidos, hablaría con un tornero para hacerme uno y colocarlo, así que allí se quedaba la Parda a la espera de que la arreglaran, cierto es que pude llamar a la grua para que me llevara hasta casa, pero en ese momento ni se me pasó por la mente, solo quería arreglar el eje e irme de allí, pero no pudo ser, así que volvimos Brotel y yo a lomos de la Revell hasta casa, fin de la excursión, y por ende de la próxima que se celebra en Hoyo de Manzanares este Sábado y a la que no voy a poder asistir, lo siento.
En fín, una anecdota más para recordar de mis correrías, esta no tan agradable pero siempre nos hará sonreir cuando la contemos dentro de unos años
